Las feministas y la torre
Entre los muchos frentes de lucha social y política que se abrieron con la muerte de Franco, el del feminismo fue seguramente el que se atrevió a desafiar los cimientos más profundos de un país de las características sociales y culturales de España. A partir del inicio de la década de los setenta las mujeres emprendieron un proceso que desbordaba ideologías y partidos tradicionales en pos de demandas que desafiaban tanto a derecha como a izquierda. Asturias no fue una excepción. Las mujeres asturianas dieron un paso histórico con la fundación de la Asociación Feminista de Asturias (AFA), una formación que puso por primera vez sobre el tapete las aspiraciones de igualdad en todos los terrenos: educación, sexualidad, despenalización del aborto o el adulterio, equiparación laboral… Exigencias que sonaban como cañonazos en una sociedad que respondió a menudo con desprecio y beligerancia. La imagen de esta cabeza de manifestación de las feministas de AFA cruzando la plaza de Porlier entre el estupor y la chanza de algunos no da una idea, tres décadas y media después, del contraste casi brutal entre pancartas que clamaban por un aborto libre y gratuito y la torre de catedral tras ellas, erecta como un gendarme.