La Cruz y los ángeles
José García Nieto, Ángel González, Carlos Bousoño y Antonio Gamoneda. No todos nacieron en Oviedo ni todos vivieron en Oviedo, pero todos pasaron en la ciudad sus años de infancia y juventud. Sus versos –tan dispares– coincidieron sin embargo en alimentarse de aquel tiempo decisivo. De ahí que, en 1990, La Voz de Asturias y el Ayuntamiento se confabularan para reunirlos de vuelta en ese territorio común y para recorrerlo junto a ellos en una jornada singular. Hubo muchas escalas, una de ellas pasó por la Cámara Santa de la Catedral, donde los poetas retrataron sus dispares composturas a un lado y otro de la Cruz de los Ángeles. Nunca antes se concentró en unos metros cuadrados de Oviedo tal densidad de premios literarios, desde el Adonais al Cervantes, desde el Nacional de Poesía hasta el Príncipe de Asturias; la cruz que la leyenda atribuye a otros orfebres angelicales señalaba el lugar del tesoro. En realidad se trataba de niños que desandaban, verso atrás, las rutas comunes de su memoria.